Si muriera hoy….
Hace poco tuvimos una enorme pérdida en la familia y esto me ha hecho cuestionar muchos aspectos de mi vida.
Pues la vida es un regalo, es un privilegio, es una oportunidad que no dura mucho y que es poco menos que un suspiro.
Ese suspiro puede durar años, o solo pueden ser un par de horas.
La gran verdad es que nunca nos acostumbraremos a ver partir a otros primero que nosotros, pues el apego físico es demasiado fuerte y es lo que más nos cuesta a la hora de la partida
Hasta el momento no había vivido una pérdida tan cercana. Pues si, han muerto muchos familiares y amigos, pero ninguno ha sido tan duro, en el sentido de tener que vivir tan cerca los momentos tan difíciles del durante y el después.
Porque la organización del entierro, las misas, la cremación, etc., es bien difícil, pero lo que viene después puede ser mas devastador que cualquier cosa.
Viene el desbaratar una vida, un hogar, una casa, unos sueños de una persona que fue especial y que conociste. Es meterse en su vida, en sus cosas, reorganizar todo, cancelar deudas, revisar documentos, equipos, sus objetos personales, su ropa…
Es una vulneración a la privacidad de cada uno, pero cuando no estás hay que hacerlo y a la familia le cuesta mucho y es demasiado doloroso revivir, oler y sentir que esa persona ya no está con nosotros.
Ofelia, la tía de Jaime, que murió hace poco, nos dejó un vacío muy grande, porque fuera de ser parte de la familia era una excelente jefa y compañera de trabajo, con excelentes ideas y puntos de vista que defendía su pensamiento con propiedad y argumentos.
Inteligente y llena de vida, a pesar de lo duro que fue su situación tras la pérdida de su amado hijo Jorge Eduardo. En ese momento todos pensamos que no lo iba a soportar, pero ella fue fuerte y a pesar de las constantes tristezas pudo salir a delante y demostrarnos su valentía y sus ganas de servir, algo que siempre la caracterizó.
Sin embargo, su corazón golpeado y roto no aguanto más y un día nos dejó con la tristeza de no volverla a ver, pero con la alegría de haber compartido momentos maravillosos con ella.
La experiencia del después de…
Ayudando a mi suegra a desbaratar la casa de Ofelia en Armenia, es mucha la nostalgia que se vive y la tristeza de acabar con algo que uno ayudó a construir y la ilusión de una nueva vida en un lugar maravilloso que ella apreció y en el cual se sentía muy cómoda.
Encontramos entre sus notas cosas hermosas que escribía a veces llenas de vida y esperanza y otras llenas de desconsuelo y tristeza, fue realmente otro choque con el hecho de que ya no estaba entre nosotros.
Llamó nuestra atención un escrito del 2005 que decía
Si muriera hoy… me llevaría una hermosa familia, un trabajo que amo, unos amigos inconformes y molestos pero no odiándome, un poco de desorden en mi closet y en mi escritorio…. Con que me encontraría…. Con Jorge Eduardo, con paz interior……
Esto fuera de darme una enorme tristeza, me hizo pensar que nadie está realmente preparado para este paso, a pesar de que todos sabemos que lo tenemos que dar algún día.
Si muriera hoy dejaría
Me puse a pensar si quería empezar a prepararme e ir dejando las cosas organizadas, pero realmente lo difícil es empezar y aunque ya se con que comenzaré lo cierto es que si muriera hoy dejaría tareas pendientes en la Universidad y en el trabajo, muchos lugares que me hubiese gustado conocer y visitar, muchas fotos por tomar y muchos te quiero por decir.
Me gustaría que donaran mis órganos y cremaran mi cuerpo, eso lo saben aquellas personas que amo y están a mi lado, espero lo hagan y sobre todo que se pueda hacer.
Con mis cenizas (si muero en Colombia), me gustaría que las tiren en el muelle, un mirador que queda después de tres esquinas y en el cuál pase momentos agradables con mis amigos, además con una de las vistas más bellas al Valle del Cauca que tiene Sevilla.
Le dejo a mi familia, amor, unión y sobre todo mucho cariño, unos hermanos maravillosos, juiciosos y sobre todo inteligentes y amorosos con sus padres y seres queridos.
Un hombre que me ama y me ha hecho muy feliz los últimos 8 años de mi vida, una familia por parte de él maravillosa que he aprendido a querer y respetar en estos años.
Irse es doloroso, pero para los que se quedan el dolor es más grande.
Qué pasa después: a dónde voy
Uno especula sobre lo que puede pasar después de la muerte, con qué te encontrarás o a dónde irás, pero la verdad es que nadie lo sabe con certeza.
La Iglesia dice que uno resucita entre los muertos y se reencuentra con su familia y amigos que han emprendido el viaje primero que nosotros. Esa es la “esperanza” que todos tenemos y a la que nos aferramos para tener un consuelo y una ilusión antes de irnos.
Otras personas no creen en la reencarnación y si esto es así qué pasa con uno ¿No ves entonces a tus familiares y amigos. Sigues «derecho» y no te reencuentra con nadie? ¿Cómo explicarían entonces esto?
Otra cosa que puede ser difícil de pensar y asimilar es cómo va a morir uno. Porque si uno sabe que por ejemplo es mientras duerme, o de un infarto o algo que pase rápidamente, no sería tan “duro” y doloroso, pero la verdad es que muchos mueren de enfermedades que los atormenta por años, otros en situaciones extremas y muchos otros de manera violenta y dolorosa. Sin olvidar aquellos que deciden irse de un momento a otro, utilizando para ello el suicidio.
¿Por qué pasa esto? ni idea, pero lo que yo creo que es que el karma que uno vive lo asume y lo afronta como le toca por algo que hizo en el pasado.
Algunos son “afortunados” y se van rápido, sin dolor y sin sufrimiento, otros les toca pagar sus deudas de una manera injusta. Eso hace parte de la vida, siempre nos llega la factura de uno u otra manera. Si es así, no lo sé la verdad, pero me gusta pensar que es de esta manera, para no atormentarme mucho.
Igualmente como dijo Jaime según una reflexión que estaba haciendo:
Uno se va porque el cuerpo falla, o el cuerpo falla porque uno se tiene que ir.
Vaya uno a saber, yo creo que a la final llega un momento en nuestra vida en que nos llega el día, “seguimos en la lista” y ahí no hay nada que hacer. Era el momento, la hora, el día.
Así como todos nacemos cuando nos llega la hora, todos nos vamos cuando nos toca. No hay un día especial para ello, no existe una manera “adecuada”, llega el momento de ir a “pasar factura” o como sea que le digas a esta partida. Así que como no sabemos cuándo ni cómo va a ser, lo mejor es estar preparados y en paz para irnos lo más tranquilos posibles y bien acompañados. Aunque se supone que ni cuenta nos damos.
Creo que son muchas las preguntas que uno puede hacerse al respecto, pero lo cierto, para tranquilidad de todos, es vivir una vida tranquila tratando de no hacerle el mal a nadie y vivir dignamente haciendo lo que más nos gusta y apasiona.
Eso sí mi consejo es: trata de vivir al máximo, conoce todos los lugares que puedas, ama a todas las personas que te rodean, haz acciones buenas y disfruta, porque uno no sabe hasta cuándo durará este cuarto de hora.
Hola Dianita, primero quiero enviarte mis condolencias; son muchos los que piensan que con el tiempo se cura el dolor que deja este suceso, pero no lo creo así, sabes pienso que tan solo se logra calmar, apaciguar; el tiempo no es la medicina para abatir en su totalidad la aflicción.
La Muerte es un tema que me apasiona, me atrae, sabes algo; me encantaría tener un encuentro con ella, inhalar su hálito pero por unos cuantos instantes para posteriormente exhalarla, expulsarla; de esta manera podría descifrar tantos interrogantes.
Lo cierto como dice Porfirio Barba Jacob en un pequeño fragmento de su poema Canción de la Vida Profunda «Mas hay también ¡oh Tierra! un día… un día… un día, en que levamos anclas para jamás volver…, Un día en que discurren vientos ineluctables. ¡Un día en que ya nadie nos puede retener!. Ahora tan solo nos queda esperar que venga Itzpapalotl, Érebo, Moiras o la Parca.
Un abrazo.
Hola señorita hace varios días que no pasaba por estos lados, vi tu comentario en mi blog y quería agradecerte tu mensaje y tus palabras, siempre tan precisas y asertivas. Extraño mucho hablar contigo, aunque poco nos conocimos y compartimos creo que hubiésemos tenido una bonita amistad.
Cuídate mucho y espero sigamos en contacto.
Saludos,
Muy bonito todo lo que escribiste, esa es una buena manera de sacar lo que te pudo haber afectado tanto durante esos días.
Eres una persona muy valiosa y muy inteligente, te admiro mucho y te lo digo ahora que lo puedes saber!!
Un beso y mucho aprecio por montones!!
Muchas gracias por tu mensaje y tus palabras, tu apoyo ha sido bien importante en estos días tan difíciles, no solo por lo que paso, sino por todo el trabajo que hemos tenido y hablar con alguien como tu ha sido bien interesante.
Cuídate mucho y recuerda siempre que tu vales mucho mas de lo que piensas y eres brillante, inteligente y muy hermosa, así que aprende a quererte mas y llegaras mucho mas lejos.
Un abrazo…