Bergamo: los planes no siempre salen según lo pensado
Estamos en Italia, este país es uno de mis favoritos y es que aloja a mi ciudad favorita ¿Cómo no me va a gustar? y es que tras estar 14 días en el Norte de Italia, puedo decirte que cada vez me gusta más y más.
La primera ciudad que visitamos en este nuevo recorrido ha sido Bergamo. La idea de nuestro viaje inicial era estar una noche, disfrutar del día siguiente y salir hacia Milan y empezar en serio el recorrido.
Sin embargo, los planes no siempre salen según lo pensado por eso tras la llegada, y teniendo en cuenta que Jaime seguía sintiéndose mal, decidimos quedarnos en Bergamo dos noches más (para un total de 3) y luego salir hacia Milan donde nos encontraríamos con Mario y Ewa.
Así que como te conté antes, cambiamos de alojamiento. Esta vez y teniendo en cuenta que Jaime necesitaba recuperarse, decidimos pagar un poco más y tener asegurada la comodidad. Encontramos un lugar hermoso y tranquilo con Airbnb, te dejo los datos, en caso de que te sea de interés:
- Ciudad: Bergamo
- Costo por noche: 60€
- Lo bueno: Cama cómoda, ducha con agua caliente y grande, buen acceso a Internet y un desayuno de campeones cada mañana.
El primer día que nos pasamos Jaime seguía sin sentirse bien, así que compramos una gran pizza y nos quedamos en casa. De esta manera él pudo descansar todo lo que quiso y yo me dediqué a leer y organizar un poco mis archivos digitales. Ya sabes, estoy siguiendo un reto y ando súper juiciosa organizándome 🙂
Tercer día en Bergamo: hora del turismo
El tercer día en Bergamo, y aunque Jaime todavía seguía algo indispuesto tenía un poquito más de energía y nos hemos ido a caminar y descubrir la ciudad alta y antigua de Bergamo. Con tan mala suerte que a mitad de camino empezó a llover. No un aguacero, sino una llovizna constante y permanente.
A mi me encanta la lluvia y como estábamos bien cubiertos, pudimos pasar el rato. Claro que cuando uno se siente mal y se pone a caminar bajo la lluvia no es tan romántico y bonito como debería ser. Así y todo estuvimos un rato descubriendo la ciudad y caminando, hasta que el pobre no pudo más y nos devolvimos para la casa.
Hicimos mercado y esta vez comimos en casa comidita hecha por nosotros. Nada mal para llevar tantos meses fuera de práctica 🙂
Jaime descansó el resto de día y yo me dispuse a rehacer nuevamente las maletas (debo decir que si estamos más de dos días en un sitio me gusta sacar las cosas y re-acomodar todo, soy rara 😀 )
Impresiones de Bergamo
Aunque poco disfrutamos de la zona antigua y turística de Bergamo puedo decirte que la ciudad me gustó, eso sí para ser finales de mayo nos hizo un frío espantoso. Por lo menos traíamos ropa «básica» de invierno, en caso contrario hubiesemos muerto congelados, impresionante. Creo que estuvimos a una temperatura menor de 10 grados, además con la lluvia del tercer día fue a penas.
Así y todo a mi la ciudad me gustó. La parte antigua es preciosa, como muchas ciudades europeas conserva un centro histórico empedrado, con callejuelas y con mucho encanto. Iglesias inmensas, en piedra y preciosas. Además tiene un mirador de la ciudad nueva impresionante e imponente.
Adicionalmente hay museos al aire libre gratuitos y el recorrido por el centro histórico es caminando entre callejuelas, tiendas, bares e iglesias. Encantador.
Cómo llegar a la ciudad alta de Bergamo
La llegada a la ciudad alta, que llaman, se puede hacer ya sea en bicicleta (aunque no sé dónde la dejarías para empezar a caminar, no vi, pero seguro hay parqueadero para las bicis) – carro particular, hay donde parquearlo – en bus que te deja en la «entrada» o – caminando que puedes llegar por dos rutas:
- Una es la que utiliza el bus o los vehículos y dependiendo de dónde vengas llegarás directamente después de la puerta de la ciudad alta. La caminada desde la parte nueva es de unos 30 minutos o 40 si caminas despacio.
- Nosotros utilizamos un sendero en piedra, precioso para llegar. Eso sí, hay un pedazo del camino que tiene varios escalones y la caminada es larga y en loma, no una loma empinada pero si te hace llegar con la lengua afuera.
Lo bueno de este camino es que es fresco (para el verano) y que es peatonal. Además es poco transitado (al menos nosotros no tuvimos compañía) y es un buen atajo para llegar a un lado de la entrada a la ciudad alta. Está bastante bien.
Las personas en Bergamo resultaron muy formales, desde nuestros dos anfitriones, hasta las personas que nos encontramos en los restaurantes que fuimos o en el súper mercado. Tampoco son demasiado amistosos en la calle, pero es normal, es Europa 🙂
Eso sí, tal vez por la época del año en la que fuimos, el turismo es poco y la ciudad es bastante tranquila y no muy grande, así que es ideal para caminarla. Muy chévere.
Esa es mi impresión final, sin embargo la de Jaime es otra, al fin y al cabo el pobre estuvo enfermo todo el tiempo.
Anécdota en Bergamo
Con algo que nos pasó en Bergamo Jaime tiene para tomarme el pelo durante décadas y tratando de relatar un poco lo sucedido, paso a contarte a continuación:
Resulta que el día que íbamos a salir de turismo, yo le dije a Jaime que se quedara en la casa, que yo iba sola porque él se sentía todavía indispuesto. Sin embargo, él insistió en acompañarme porque no quería que saliera sola y no pudiera comunicarme con él. Además porque también quería darse una idea de la ciudad. Así que salimos juntos.
Como íbamos caminando y no teníamos mapa, íbamos mirando puntos de referencia para el regreso y a la vuelta los buscamos.
Resulta que ya llegando a la casa, le dije a Jaime que tomáramos una calle y él me dijo que por ahí no era que debíamos dar la vuelta, como habíamos hecho cuando salimos. Pero yo insistí en que esa era la ruta que habíamos tomado.
Él, no muy convencido, aceptó, pero al ver que yo lo estaba llevando por una vía que lo alejaba de la casa, me dijo: «para dónde vas, si es por esta cuadra» y yo enranchada en que aún nos faltaba dar toda una vuelta para llegar.
Pues no, él tenía razón y tomando la calle que dijo llegamos directo al apartamento. Según él se dio cuenta por una grúa que había y que yo no había notado.
Desde entonces dice que no me deja salir sola porque de pronto me pierdo como en Bergamo. Esa ha sido nuestra broma privada desde ese día.
Y qué puedo hacer, di papaya y pues ni modos 🙂 como dice él, cada vez me parezco más a mi madre, hasta en las perdidas 🙂
[su_heading size=»17″]Pero que quede constancia: por dónde yo dije hubiésemos llegado. Eso sí un rato después, pero llegábamos :)[/su_heading]
[piopialo vcboxed=»1″]Y es que como dicen por ahí «todos los caminos conducen a Roma» :)[/piopialo]
¿Conoces Bergamo? ¿Qué haces cuándo te pierdes buscando un lugar? Espero no seas como Jaime y tomes de recocha a tu pareja por perderse 🙂
Te dejo estos dos posts que me ayudaron a darme una idea de lo que no debería perderme en Bergamo, seguro te servirán un poco más que mi experiencia:
Que ver y hacer en Bergamo, la hermosa ciudad Medieval de la Lombardía
Que visitar en Bergamo
Más imágenes de nuestro paso por Bergamo 🙂
Pero nos encontramos de nuevo cuando nos perdemos, además solo nos desviamos un poco del camino.