Ahora sí en el Reino de Camboya
A pesar de que casi no salimos de Yogya y de la espera en Singapur, el vuelo salió cumplidamente y al fin hemos llegado a Camboya sin problemas, tras tres horas de viaje (más o menos). La idea de ir a este país es para visitar los templos de Angkor.
Porque si hay algo que a nosotros nos gusta son los templos, las cuevas y la naturaleza. Así que estando por aquí ¿Por qué no aprovecharlo? Fue así como tras revisar para dónde pegar después de estar un mes en Indonesia, Camboya parecía una excelente alternativa y con esta entrada empiezo a contarte lo que vivimos en este país.
Algo de historia
El Reino de Camboya que comparte frontera con Tailandia y Vietnam cuenta con aproximadamente 14 millones de habitantes.
Su moneda es el Riel camboyano (KHR), aunque el dólar americano es utilizado y prácticamente es una moneda oficial en el país, ya que te la reciben en todas partes, y de hecho te cobran en dólares en muchos lugares.
Además no existen las monedas, cosa que me pareció muy curiosa. El idioma oficial es el jemer, que es hablado por el 95% de la población, también se enseña francés en algunas universidades.
Así y todo, con el inglés te puedes defender. Habrán sitios o personas que no lo hablan, pero nada que una sonrisa y buena actitud no logren conseguir 🙂
Visado para ingresar a Camboya
Los únicos ciudadanos que no requieren tramitar visado para ingresar a Camboya son los de: Laos, Filipinas, Malasia y Singapur. De resto todos, absolutamente todos, necesitamos visado para entrar en el Reino de Camboya. En Dicho permiso se puede pedir de varias formas:
– Cuando llegas al país: Todos podemos hacer el tramite para solicitar el visado al momento de la llegada. Esto puede demorar 30 minutos o más de una hora, dependiendo el momento del día en que llegues. Nosotros al llegar tan temprano no tuvimos inconvenientes y en menos de 20 minutos ya teníamos el permiso para ingresar.
– De manera electrónica o lo que se conoce como visa en línea. Por medio de Internet puedes solicitar el visado. Es una forma rápida, ágil, segura y sencilla de hacer el proceso. Pocos países cuentan con este servicio y personalmente creo que es una pasada.
– Por medio de un Consulado: ten en cuenta que no todos los países tienen Representación Diplomática de este país. Así que para mayor información es necesario visitar la página del Ministerio de Asuntos Exteriores del Reino de Camboya.
El costo del visado para Camboya es de USD 25 (veinticinco dólares americanos).
Nosotros hemos solicitado el visado a la llegada. Para ello deberás llevar:
- Tu pasaporte (obviamente)
- Una foto reciente (tamaño carnet) Supuestamente hay unas especificaciones, nosotros teníamos fotos que no eran del mismo tamaño, así y todo las recibieron sin problema. Así que nos quedamos sin saber cuál es el tamaño real que se requiere 🙂
- Se debe diligenciar un formulario que te dan en el avión
Tras pasar los documentos, luego debes hacer una cola para pagar el visado. La recomendación es llevar el dinero en efectivo, ya que no reciben tarjeta de crédito. Así que nos ayudó mucho cambiar dinero en Singapur. El cajero automático, más cercano se encuentra cuando pasas migración (al menos no vi uno antes).
Después de que te entregan el pasaporte, debes pasar el control migratorio, donde te darán exactamente el permiso de estadía en el país y listo. Tras esto, ya estas en Camboya 🙂
Llegando al apartamento
Nosotros estábamos muertos. Yo no había dormido nada y Jaime a pesar de que descansó algo estaba cansado también, así que cuando salimos cambiamos billetes por moneda local, porque a pesar de que reciben dólares, si puedes pagar en moneda local es mucho mejor, ya que cada que pagas en dólares estás perdiendo algunos centavos y al final eso será una cantidad de dinero 🙂
Habían dos opciones para llegar a nuestro apartamento, el cual alquilamos por medio de Airbnb. Uno era en taxi y otro en Tuck Tuck.
Sin embargo, ese último se encuentra a las afueras del aeropuerto. Según los blogs que leí, que no explicaban bien qué tan lejos era ese «lugar».
Así que al final nos decidimos por el taxi, porque era más rápido, no había que negociar, estaba ahí no más y no teníamos que andar buscando quién sabe en dónde el Tuck Tuck, que era mucho más barato eso sí.
Debo decirles, que este es el taxi más costoso que hemos pagado hasta el momento. 12USD nos costó, para llevarnos a un trayecto de 50 minutos más o menos y saben ¿qué es lo peor? que el Tuck Tuck estaba realmente muy cerca.
El aeropuerto no es muy grande y la salida donde se ubica no se encuentra tan lejos. Es pasar un pequeño parqueadero, que no es la gran cosa y ya estás fuera y exactamente ahí están los Tuck Tuck.
Aunque claro, nosotros estábamos demasiado cansados para ponernos a buscar el lugar y luego entrar a negociar, «noooo deje así» como dicen en mi tierra. Salió más costoso, pero tampoco es el fin del mundo, porque lo que nos íbamos a ahorrar serían unos 3 o 4 USD como mucho.
Viendo por primera vez Camboya
A pesar de que lo que quería era dormir, no pude resistirme y me fui todo el camino mirando por la ventanilla lo que es la capital del Reino de Camboya, Nom Pen (que es dónde estábamos) y entre el polvo, las calles sin pavimentar, la gente en pijama, sin camisa y el bochorno debo decir que era una mezcla fascinante.
En muchos espacios me sentía como en casa (Colombia), aunque no es que se parezcan mucho, pero bueno, yo me entiendo 😀
A la final, llegamos a la casa donde nos íbamos a quedar. Una señora muy formal nos estaba esperando y nos dio las indicaciones de la habitación.
Fue llegar quitarse la ropa y para la cama. No podía del sueño. Dormimos un buen rato y luego tras despertarnos, bañarnos y alistarnos, nos hemos ido a buscar algo de comer.
El lugar no se encuentra en la parte céntrica, ni en la parte más bonita de Nom Pen, pero eso sí es bastante auténtico el barrio, pero esa primera aventura y mis impresiones se las contaré mañana porque hoy esto ha sido todo 🙂
¿Te llama la atención Camboya? ¿Crees que si pudieras elegir cualquier lugar para estar elegirías este? ¿Qué se te viene a la cabeza cuando piensas en este país? No mires Google todavía, responde con lo primero que se te viene a la cabeza 🙂
Parece como una olla, es lo primero que se me vino a la cabeza, a estas horas que ya tengo los ojos atrás.
jajaja pero es así, al menos esta parte de la ciudad es una olla. Aunque no como las ollas que conocemos en Sevilla jajaja pero sí, tiene sus cosas. Estoy escribiendo las impresiones y ya verás hay algunas imágenes que te dejarán :O jajaja Al menos eso creo 😀