Despidiéndonos de Beijing
Así es, como lo lees. Ha llegado el momento de despedirnos de Beijing y por ahí derecho de nuestro viaje por Asia. Tras mucho meditarlo, hablarlo y discutirlo hemos decidido regresar a España un mes antes de lo previsto. Así que hoy te contaré cómo han sido nuestros dos últimos días en Beijing, cómo fue la despedida y cómo hemos llegado de nuevo a casa.
Antepenúltimo día en Beijing
Pues bien, un amigo de Sevilla, me ha presentado una amiga colombiana que vive en Beijing por medio de Facebook, así que hemos quedado con ella para vernos en un bello parque cerca a la Ciudad Prohibida. Nos hemos alistado y salido a encontrarnos con ella. Nos fuimos con tiempo para poder caminar y reconocer el sitio. El lugar donde nos quedamos de ver era cerca a Houhai Lake, así que nos bajamos en una estación cercana a Xihai Sea y empezamos a recorrer el lugar.
Esto es un lago inmenso que tiene muchas cosas para hacer. Desde parques para caminar, patos a alimentar, hasta pescas prohibidas, porque sí, no se permite pescar, pero todo el mundo está allí haciendo eso precisamente, es muy divertido verlos en esas, muchas personas mayores están allí pasando su día disfrutando de la pesca y del silencio.
El paseo es muy agradable, además nos tocó un atardecer precioso. Caminamos durante un buen rato, tal vez dos horas. Disfrutamos viendo la gente y al final llegamos a un lugar con bastante movimiento, pues se encontraban diferentes bares y centros de entretenimiento. Una zona con bastante actividad, sonido y luces. Además allí nos pego de frente el atardecer y el espectáculo fue realmente impresionante, tanto así que había mucha gente tomando fotos y disfrutando de la belleza que el día daba.
Después, tras descubrir que nuestra amiga no podía llegar, seguimos caminando y al final buscamos un lugar para comer, recomendado por un señor de allí quien nos habló muy bien de un restaurante. Entramos y sí, la comida fue muy rica. No hablaban inglés, pero nada que una sonrisa y buena actitud no consiguieran. Comimos y luego seguimos nuestro camino buscando la estación de metro. Estábamos en esas cuando un chico nos vio mirando el mapa, nos preguntó para dónde íbamos y nos llevó hasta la estación. Así sin más. Genial… Los Ángeles nos persiguen 🙂
Llegamos tardísimo a casa, con un frío para morirse, pero la pasamos genial y teniendo en cuenta que era nuestra última noche en esta ciudad, fue una gran despedida.
Último día en Beijing
Nuestro vuelo era a media noche, así que teníamos todo el día para disfrutar de la ciudad. No queríamos ir muy lejos, pero yo quería cortarme el pelo y pintarme las uñas. Siii a veces hay que ser vanidoso, qué le vamos a hacer. Lo cierto es que era algo práctico, la última vez que me corté el pelo fue hace dos años en Colombia, porque hace cuatro me lo corté en Compostela y me costó 18€ eso son ($43.000 pesos colombianos). Sin cepillado, ya que fue en invierno y quien se cepilla con esa lluvia!!!. La última vez que me lo corté en Colombia me costó 3€ con cepillada y a domicilio (unos $7.000 pesos). En Beijing me costó 35 Yuanes 4€ sin cepillada, pero con una sesión de masaje de 30 minutos delicioso. La pintada de las uñas me salió en 50 yuanes 6€, más barato en Colombia, pero no tengo planeado ir pronto así que tocaba aguantar si quería las uñas lindas 🙂
No estuvo mal, aunque la ventaja es que Zimo nos acompañó y eso fue una gran ayuda, porque ¿Cómo le explicas al chico el motilado que quieres si no hablas ni papa su idioma y el no habla nada que no sea chino? Después, nos hemos ido a comer a un japonés delicioso y así cerramos el día. Luego a casa a terminar de empacar, comer con las hermanas y salir rumbo al aeropuerto, donde teníamos que estar dos horas antes, por el cambio de pasajes.
La despedida
Despedirnos de nuestras nuevas amigas fue toda una experiencia. Como muchos saben, los chinos no son de mucho contacto físico: abrazos, besos. Eso no es muy común y menos entre extraños. Así y todo, y respetando sus costumbres, les pedimos permiso para abrazarlas y despedirnos como es debido. Con la soltera no tuvimos problema, pero la casada, solamente se dejó abrazar de mi y a Jaime le dijo: «lo siento, eres muy guapo y no me siento cómoda abrazándote delante de tu esposa» jajaja
Pues bien, si es cosa de costumbres, cultura o simplemente miedo de que su marido le diga algo, no lo sabemos, pero quedó como una reina al tirarle tremendo piropo al muchacho y luego decir que no puede abrazarlo. Yo me reí mucho y Jaime quedó en las nubes. Ya que cuento de avión, el chico podía llegar volando a España sin problema 😀
En el aeropuerto
Al llegar al aeropuerto y buscar la ventanilla de Turkish Airlines, llegamos no con dos horas de anticipación, sino con una. El señor que nos atendió nos dice: «vaya, ustedes hicieron el cambio de ciudad para salir, pero no quedó registrado, así que no tienen tiquetes» ¿Ahhhh? :O ¿Se imaginan? Jaime le decía que había llamado dos veces y hasta había pedido la comida especial y no le habían dicho que tenía que reclamar los tiquetes en una agencia de Turkish Airlines antes del viaje. El señor decía que era muy raro, porque no podían ofrecernos comida sin tener los puestos asignados…
Diosss, que incertidumbre, pasaba el tiempo y el tipo movía cosas en el ordenador, revisaba y al final. Nos dice: «listo lo he conseguido, tendrán que pagar 1.350 Yuanes». Algo así como 160€ por los dos. Nosotros sabíamos que teníamos que pagar, de hecho, en la última llamada nos habían dicho que eran como 220€ Así que nosotros contentos, porque hasta nos había salido más barato el cambio. Pagamos, recibimos los tiquetes y a correr porque ya estaba terminando el abordaje.
Estábamos preocupados por el tema de la comida, porque la habíamos pedido con antelación por el hecho de no comer carne y además porque al pedir especial puedes pedir lo que quieras. Así que eso nos tenía preocupados. Sin embargo, ¡Oh sorpresa! nos llevaron nuestra «comida especial» a pesar de no tener sillas asignadas, igual nos encontraron… Esta aerolínea, junto con la de Etihad Airways han sido las mejores que hemos disfrutado hasta el momento. Una atención de lujo y una comida excelente. Además de aviones cómodos, buenas películas y excelente servicio. ¿Qué más le pide una a la vida cuando va a estar más de 13 horas en un avión?
Es así como tras salir un martes a media noche de Beijing, hemos llegado un miércoles al medio día a Compostela, tras una parada de tres horas en Estambul y dos horas en Bilbao.
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Muy entretenido tu relato sobre China, ¿qué viaje os depara ahora el destino?
Uhmmm desde que llegamos hemos estado en Compostela, Madrid y ahora Barcelona, en dos semanas salimos buscando otros territorios. Aún no lo tenemos claro, pero es fuera de España, eso sí 🙂
Seguro que será otra experiencia.