Visitando el Santuario de Las Lajas y pisando un nuevo país: Ecuador
Continuando el recorrido por tierra de Colombia a Ecuador, esta vez el trayecto fue de Pasto a Ipiales, donde arrimamos a visitar el Santuario de Las Lajas.
De allí tomamos camino hacía Quito, Ecuador. Todo esto en un solo día. A continuación te relato lo que vivimos en esta nueva aventura: noche en pasto, camino al Santuario de las Lajas, paso de Colombia a Ecuador, migración, parada en Ibarra, desvío y por fin llegada a Quito.
Noche en Pasto
Primero decir que el hotel donde nos quedamos en Pasto, fue todo un acierto. Lo buscamos por Booking y la idea inicial era tomar habitaciones en el Hotel Fernando Plaza, sin embargo no lo encontramos y a la final tomamos uno que apareció donde se supone debía estar el que buscábamos. Seguramente nos perdimos, no lo dudo 🙁
En el hotel que nos quedamos, nos atendieron bien, estuvo cómodo, aunque no es que sea lo mejor de lo mejor. Así y todo tenía buena cama, buen baño y un excelente desayuno, incluido.
La habitación sencilla tiene un costo de $35.000 – 12,62€ – 14USD
La habitación doble cuesta $45.000 – 16,23€ – 18USD.
Nada mal, para incluir habitación con baño privado, desayuno y parqueadero cubierto.
Para los interesados, el nombre del hotel es: Hotel Buenaventura
Dirección: Carrera 11 No. 16-14 Barrio Fátima
Teléfono: 720 8786 Celular: 317 420 7080.
Se pueden hacer reservas al correo: [email protected]
Como podrás ver, estoy súper juiciosa apuntando todos estos datos, porque de mi anterior viaje muchas personas me dijeron que me faltó información en mis relatos 🙁 (Espero ir mejorando esta vez) 😀
Al día siguiente madrugamos. A eso de las 7:30am ya estábamos desayunando y a las 8:45 listos para salir y tomar nuevamente carretera con destino a Ipiales.
Lamentablemente el camino al Santuario de las Lajas fue lento y demorado por la cantidad de carros que encontramos y la congestión tan bestial que disfrutamos.
Terminamos llegando a eso de las 11:15am. Nos quedamos en el lugar una hora larguita. Disfrutamos la bajada, la lluvia y hasta la misa que estaban dando. En cuanto a la subida, más que disfrutarla se padece, pero igual se vive 🙂
Información de interés ruta Pasto – Santuario de Las Lajas:
Distancia Pasto – Santuario de Las Lajas: 86 km
Duración del viaje Pasto – Santuario de Las Lajas: aproximadamente: 1 h55 min Aunque depende de la congestión que encuentres en el camino.
Costo del bus Pasto – Santuario de Las Lajas: entre $8,000 y $10,000 – 3,60€ – 4USD
Número de peajes de Pasto – Santuario de Las Lajas: ninguno
El parqueadero en las Lajas funciona de muchas maneras:
Hay uno recién llegando, que es bastante grande y se demora en llenar, pero es más retirado que los otros y la única opción que tienes si llegas tarde.
Si madrugas, puede que te toque en el de más abajo, se puede decir que un poquito más cerca del Santuario, aunque tampoco mucho, porque de la caminada no es que te salves, así quieras.
Más abajo, de este último, también hay otro pequeño parqueadero que también se llena con bastante facilidad.
El tema es que no debes preocuparte si vas en carro porque al final encuentras donde dejarlo y bien cuidado.
Si quieres ir, pero no tienes vehículo particular, no te preocupe,s hay buses que salen desde Ipiales y Pasto que te llevan sin problemas. Son buses pequeños, donde caben pocos pasajeros y son una excelente opción. También hay taxis en caso de que necesites.
Si eres más aventurero puedes irte caminando desde Ipiales, es una larga caminada, pero tienes tu propio espacio para ello o si lo deseas puedes hacer auto-stop, el tema es que no hay manera de vararse por allí.
En el Santuario de Las Lajas
Cuando llegas y observas por primera vez la fachada del Santuario te quedas maravillado y sorprendido por la obra, es hermosa, alucinante, me encantó. Además, el lugar es increíble, hay de todo:
Juegos para los niños,
Cascadas,
Lago,
Un lugar para largas caminatas ecológicas.
Hay santos que riegan agua para los creyentes
Un lugar para meditar en cada esquina.
Tiene además, su propio muro de los lamentos y
Un lugar para colocar plaquetas con la gratitud por el milagro que la Virgen de las Lajas te haya hecho.
Lo dicho, todo un campo de atracciones.
Luego la subida es otro cuento. Porque eso sí, hay que patonear de lo lindo y aunque la bajada es normal y tranquila, se puede decir, la subida es impresionantemente agotadora y te roba el aliento en más de una ocasión. La ventaja es que puedes parar y entretenerte con los vendedores, los restaurante y con las personas que suben y bajan, lo que hace que el camino sea hasta divertido.
Lo mejor de este paseo definitivamente son las vistas que se aprecian en el lugar, la construcción y todo el entretenimiento que hay. Porque eso sí hay mucho para hacer. Parece casi un parque de diversiones (sin las atracciones) y con una Iglesia preciosa para disfrutar.
El lugar es mágico y lleno de encanto y vida. Aunque nos llovió todo el tiempo, no fue una lluvia imposible, fue más bien una brisa constante que perduró todo el tiempo que estuvimos abajo.
La llegada hasta el Santuario es tenaz, bastante empinada, aunque lo bueno es que hay muchos descansillos, baños públicos y también existe el servicio de transporte para las personas mayores o discapacitadas. Aunque no pude ver cómo una persona discapacitada podría bajar todas esas gradas, pero seguramente hay un ascensor, de resto sería inaccesible para personas discapacitadas.
También debe haber un lugar dónde dejar a los perros, porque hay una aviso de prohibido su paso cuando se empieza la bajada en escaleras y son muchas las personas que se ven llegando con ellos.
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Saliendo de Colombia y entrando a Ecuador
Después de esto, viene la salida de Colombia y la entrada a Ecuador. Pasar el control migratorio es igual que en cualquier otro país y se pasa sin problema.
Al ser colombiano puedes ingresar solamente con la cédula y diligenciar el formulario de la zona Andina. Nosotros decidimos pasar con pasaporte, porque vamos a realizar desde Quito un vuelo internacional y es mejor no tener problemas luego. Hay oficiales de migración muy quisquillosos en todas partes 🙂
El paso se hace sin mayor novedad. Te preguntan algunas cosas, pero no es nada del otro mundo. Luego debes atravesar el famoso puente de Rumichaca, para ingresar a Ecuador.
Al otro lado del puente, debes hacer el ingreso por migración. Haces una pequeña cola (en nuestro caso), pasas el pasaporte, te hacen un par de preguntas y te ponen el sello de entrada al país.
Como era mi primera vez en Ecuador el chico de migración me dio hasta un mapa y se portó todo lindo conmigo. Con Jaime no fue igual 😀
Si vas en carro, deberás hacer un trámite adicional para ingresar el vehículo. Te piden cédula, documento de propiedad, tarjeta Andina o sello de entrada a Ecuador en el pasaporte y te hacen llenar un formulario.
Normalmente los carros colombianos los dejan estar, sin problema, en el país hasta por 90 días, que puedes prolongar una vez más estando ya en la ciudad.
Al parecer el trámite no es muy complicado, pero sí, requiere de tiempo.
Luego, ya estás en Ecuador y la primera ciudad con la que te encuentras es Ibarra. Allí almorzamos porque el hambre apremiaba y el cuerpo necesitaba algo de comida.
El restaurante elegido fue uno oriental que es también uno de los mejores hoteles de la ciudad. Aunque la comida no fue la gran maravilla, fue lo mejorcito que encontramos para vegetarianos un domingo en esta pequeña ciudad de Ecuador.
Después de comer caminamos por el centro del pueblo y disfrutamos del paisaje.
Entrada la tarde continuamos el viaje hacia Quito, que debido a un largo desvió que tuvimos que realizar, por el arreglo de la carretera principal, nos demoramos 4 horas y media en llegar.
Datos de la ruta Ipiales – Quito:
Distancia Ipiales – Quito: 151.26 km
Duración del viaje Ipiales – Quito: aproximadamente: 3 horas si la autopista funciona sin contratiempos. Debido al desvió que tuvimos que realizar nos demoramos 4 horas en llegar.
Número de peajes de Ipiales – Quito: 2 o 3 (creo que me dormí en algún tramo 🙂 ) con un costo de 1USD cada uno
El paisaje de Ibarra a Quito es impresionante y precioso. Me encantó ver tantas montañas y un atardecer alucinante. Una de las cosas que me sorprendió es que las carreteras fueran tan buenas. Incluso el desvío que tomamos (por medio de montañas) era impresionante, ni que decir de la autopista principal.
Además, el peaje es muy económico, nada que ver con lo que cuesta un peaje en Colombia. Es ahí donde uno se da cuenta cuánto lo roban a uno en su propio país 🙁
En Ecuador cualquier peaje cuesta 1USD $2.500 – 0,80€ en Colombia los peajes van de $7,200 – 2,59€ – 3USD a $12,000 – 4,35€ – 5USD Otra cosa económica en Ecuador es la gasolina, allí cuesta, en todas las bombas 2,80USD en Colombia, depende de la bomba puede estar entre $7,500 – 2,70€ – 3USD y $9,000 – 3,25€ – 3,70USD el galón
Tras toda esta demora, por los trancones en Ipiales y el desvío para llegar a Quito, al fin arribamos a nuestro destino final a eso de las 9:30pm, cansados del día que tuvimos y con deseos de comer algo liviano y acostarnos a descansar para mañana disfrutar en serio de nuestro primer día (en serio) en Quito.
¿Tú has hecho este recorrido a Ecuador? ¿Conoces el Santuario dd las Lajas? ¿Qué te ha parecido? ¿Te animas a conocerlo?
Yo no he realizado este viaje en carro propio, el santuario de las lajas solo en fotos, pero debe ser increible asi como lo describes, mientras que el paso por migración es muy familiar, igual de Tulcan que es la primer ciudad que uno encuentra, pasar por quito, guayaquil, es genial los paisajes, las carreteras son muy buenas y ademas que es super economico andar en ese país, en Colombia es un ojo de la cara.
Es verdad Víctor, Ecuador es un país muhco más económico que Colombia, quién lo hubiese imaginado y recorrer sus ciudades y disfrutar de sus paisajes es algo que hacen del viaje mucho más divertido 🙂
Excelente, espero me sirva para mi viaje de Quito a Cali en auto.
En el tramo de Ecuador omitio nombrar Tulcán (pequeño pueblo empobrecido por la caida del peso colombiano) que fue lo primero que paso y después llego a Ibarra, en donde hay muchos buenos restaurantes y patios de comidas en Mall del LAgo. Ibarra es una ciudad completa.
Gracias Fernando por completar esta información. Un abrazo 🙂
Wow que detallada crónica, muy bien. Espero con ansias la siguiente entrega. Fuerte abrazo a los dos.
Danilo gracias por leerme y dejarme tu comentario.
Un gran abrazo desde Italia y espera lo que hablaré de tu bello país 🙂