En el avión rumbo a Colombia

Viajando un primero de enero | Post Covid

¡Feliz inicio de 2023!

Me apetece mucho escribir de nuevo. Por eso empezaré contándote una de las experiencias más curiosas y divertidas que nos pasó el primero de enero de 2022.

Y quiero empezar con ello porque nos pasó un poquito de todo este día mientras viajábamos desde España hacia Colombia. Me parece una buena historia para empezar estos relatos y que volvamos a comunicarnos por medio de mis escritos.

En el avión rumbo a Colombia

Maletas y check-in

No sé si te lo he contado antes, pero solemos viajar con poco equipaje. De hecho, son pocas las veces que he facturado equipaje cuando viajo. Pero teniendo en cuenta que en esta ocasión viajábamos con la idea de quedarnos una buena temporada, veníamos algo cargados y hemos aprovechado que cada uno podía facturar una maleta de 23 kilos.

Sin embargo, las maletas estaban un poco trilladas, así que decidimos empaquetar las maletas con un refuerzo/sellado plástico, de esos que venden en el aeropuerto y que nunca en la vida pensé en usar. Pero siempre hay una primera vez, y es algo bien positivo para nuestro caso en particular.

Como te mencionaba, nosotros llevamos dos maletas grandes que estaban algo jodidas, así que probamos a ver si así evitamos que se desarmen en el camino. Y la verdad fue un acierto, porque aguantaron todo el viaje y llegaron a casa completas, no tan destrozadas como si lo hubiéramos traído de «normal».

Esa parte pasó bien, aunque nos dio un sustito porque según la máquina, una de las maletas tenía un poquito de sobrepeso, pero cuando pasamos la facturación en la aerolínea íbamos con menos kilos de los que medimos en casa y de los que nos dijo la máquina del aeropuerto. ¿No es para sorprenderse? jajajaja

El siguiente susto, un poco grave, fue que al llevar las maletas a facturación… ¡Sorpresa! Sergio no podía viajar sin billete de regreso. Este fue nuestro primer bloqueo.

A este pechito, que es la que compra los tiquetes, se le olvidó que al ser turista a él se lo piden, así que tuvimos que comprar un tiquete de regreso para él, aunque no teníamos intención de regresar pronto. Como solamente puede estar entre 3 y 6 meses en el país es un requisito que le piden.

Eso sí, entre risas (y alguna lágrima, pa qué mentir) vimos que era 8 veces más económico que los que hemos comprado para este viaje. ¡Por lo menos no nos obligaban a comprarlo ahí mismo con ellos y pagar lo que exigieran! Porque desde luego salía muchísisisimo más costoso.

Bien, ya con un regreso para Sergio en mano volvimos a ventanilla y aquí empezaron ya las preguntas de turno del momento.

Viajando a Colombia cargados de maletas

Preguntas en el chequeo tras el Covid

Nos comprueban los PCR. Aunque aquí hay que hacer un gran parentesis, resulta que a ti el laboratorio te los da con un código QR o te metes al sistema de ellos y puedes verlo. Como todo es digital no imprimimos nada. Pero qué pasa. Las personas que hacen el check-in no tienen forma de leer el QR. ¿Entonces para que se lo dan a uno como opción? No lo entiendo. Pero bueno, por lo menos teníamos internet para que pudieran verlo.

Luego nos preguntan por la vacuna. Yo no tenía, pero a mí me dejan volver a mi país sin ella, pero viene el momento terror. Según la chica del mostrador, ¡Sergio no podía viajar porque tenía una sola dosis, y esa dosis no tenía 14 días!

Se enrancharon de que era necesario los 14 días para que sea efectiva la vacuna, y nos decían que si no le dejan entrar le toca pagar una multa a él y otra a la aerolínea.

Lo más gracioso de todo es decir que «la vacuna no es efectiva sino después de 14 días». Y no sé tú qué sabes del tema, pero después de dos años de la pandemía, todos sabemos que esas vacunas no son efectivas, porque la gente que se ha vacunado la ha pasado mal cuando le ha dado Covid. Porque sí, mucha gente con vacuna le ha dado Covid y algunos han muerto incluso. Así que la pregunta es: ¿A qué efectividad se refiere?

Pero ojo al dato, que el chisme se pone sabroso: en las normas de la cancillería, que sacaron el 6 de diciembre de 2021, se nos da la posibilidad para ingresar al país según estas opciones, y atención, porque te las cito cada una de ellas de manera textual para que veas lo que dicen de los requisitos de ingreso a Colombia por vía área:

1. Carne de vacunación Covid-19 físico o digital con esquema completo 14 días antes del vuelo.

2. Carne de vacunación Covid-19 físico o digital con esquema completo en menos de 14 días antes del vuelo debe presentar PCR negativa menos de 72 horas.

3. Carne de vacunación Covid-19 físico o digital con 1 dosis debe presentar PCR negativa menos de 72 horas antes del vuelo.

4. No vacuna nacional o extranjero residente debe presentar PCR negativa menos de 72 horas antes del vuelo.

5. No vacunado extranjero no residente no puede ingresar

Cómo puedes ver, ¡la misma cancillería dice algo que levanta dudas! Pero en estos casos, si no lo dices explícitamente yo no tengo por qué asumir que debe ser así. ¿No te parece? Y de ahí nos pegamos, como se dice.

Literalmente estuvimos una hora discutiendo y hablando para que nos ayuden. ¿Y sabes algo? Tenemos que agradecer que nos tocó gente genial. Nos tuvieron paciencia, llamaron a Bogota y nos ayudaron de veras, porque logramos que Sergio pasara…

Viajando a Colombia ¡Pasamos!

Pasando el Check-in

Resulta que pudimos pasar el check-in de Avianca después de todos los problemas que nos estaban poniendo porque Sergio tenía la primera vacuna desde hace apenas 10 días. 

Pues bien, tras obtener confirmación desde Colombia de que Sergio podría pasar los controles de migración tal como iba, nos fuimos a pasar el control de salida de España y el control de equipajes. 

En ese punto solamente llevábamos nuestro equipaje de cabina (el bulto de mano y el bulto accesorio). Tres de nuestras mochilas de siempre y una maleta pequeña, vaya… Pero hicimos un show de antología en el control, porque tuvimos que vaciar todo para mostrar lo que llevábamos. 

¿Te vas imaginando por qué? 

Quizás no, pero no te sorprendas mucho, resulta que fue porque en cada maleta iba algo electrónico (varias cosas, de hecho), y les costaba reconocer qué era al pasar por el escáner. Al parecer, resulta que empaco tan bien las maletas que las cosas no se distinguen del todo.

Para que te hagas idea, en una maleta metimos una pantalla de ordenador de 19 pulgadas con su mando y cables. En otra mochila iba mi portátil, la tableta de Sergio, mi Kindle y dos discos duros pequeños. En la siguiente maleta teníamos el ordenador de Sergio y otro ordenador mío que está dañado (que nos traíamos por si se podía arreglar por aquí), junto a un disco duro externo multimedia de esos grandotes del 2010 (una viejera, pero que sirve mucho). 

¿Y a qué no sabes qué venía en la última mochila? Dos de las consolas de Sergio (la Playstation 5 y la Nintendo Switch), nuestro micrófono de mesa y la cámara con su trípode. 

Así que te podrás imaginar el espectáculo. ¡Cualquier cosa más grande que un teléfono móvil hay que sacarla y dejarla a la vista! Pero no pensamos en ello al empacar. 

Los auxiliares, muy amables y también medio muertos de risa, nos preguntaban si somos cantantes, youtubers o algo así. ¡No habían visto pasar a nadie con tantos cacharros en todo el tiempo que llevaban trabajando ahí! (Según ellos).

Pero lo más gracioso es que uno de ellos nos dice: «por qué no facturan esto mejor» Y no sé cuál sea tu experiencia, pero según la mía, si lo facturamos no llega ni la mitad. Es una lástima pensar así, pero es una realidad.

Si te abren la maleta para sacarte una pendejada, ¿imagínate con esto? No quiero ni pensarlo, prefiero cargarlo y tener que sacarlo todo en cada control. Así tal cual se los dije.

Entonces en el control de Madrid, nosotros venga a sacar cosas, y ellos devolviendo las maletas y volviendo a escanearlas las maletas porque encontraban alguna cosa más que no les cuadraba. Y yo mientras preguntando al chico que venía detrás en la cola que si tenía prisa, porque vaya tela…

Como 30 minutos después pudimos pasar ya del todo. Bueno, quizás fue menos rato, pero a mí se me hizo eterno el tiempo en el control de equipajes.

Terminado nuestro show de comedia en vivo tuvimos que volver a empacar todo de nuevo, porque queríamos ir a la sala VIP a comer algo antes de embarcar.

Y de nuevo, ¡Oh sorpresa! Por primera vez desde que usamos las salas VIP nos encontramos que en pleno primer día del año, estaban con sobrecupo y tenían una buena cola. 

Nosotros solamente teníamos 15 minutos porque empezaba el embarque en breve, y como estábamos al final del avión, éramos de los primeros en abordar. Así que nada, nos tocó ponernos en marcha mejor.

Desde ahí hasta la llegada a Bogotá, todo marchó sin problema. Veníamos avisados de que la aerolínea estaba dando un servicio bastante malo con el tema del Covid, pero no lo fue tanto. Nos sorprendieron para bien en bastantes cosas. 

Por ejemplo, pedimos un menú sin lácteos para los dos, y yo casi me deprimo al verlo, porque al resto del pasaje les dieron lo que parecía un estofado que olía delicioso. A nosotros nos dieron un bocadillo de pechugas de pollo, una ensalada y fruta.

Pero nos salió bien la jugada, porque a menos de dos horas de aterrizar nos trajeron un segundo menú y al resto del pasaje solamente les dieron un pequeño picoteo. 

En cuando al entretenimiento a bordo estaba un poco flojito. Todo películas antiguas y malucas, ningún estreno reciente. De todas maneras, llevamos siempre nuestro propio alijo de libros, películas y capítulos de series por si eso pasa… Con lo cual no me atormentó mucho el tema. Tratamos de no dormir mucho porque queríamos evitar el jet lag al llegar. Así que el vuelo, como te digo, pasó bastante bien.

Cuando aterrizamos en Bogotá, eran las 7:20pm y nosotros teníamos una conexión a las 8:30pm para un vuelo a Cali. Así que con mucha paciencia nos tocó esperar que el avión se desocupara para salir (primeros en entrar, últimos en bajar) y luego hacer cola en el control de entrada a Colombia. 

Viajando a Colombia desde España

Afortunadamente, la espera en migración fue poca, pero tuvimos un problema. Yo, de tonta, pasé primero mi pasaporte en vez del de Sergio, que era quien podía tener complicaciones. Me preguntaron dónde vivo y no me pidieron ni vacuna ni nada de eso. Confirmaron dónde me quedaré y un dato de contacto, y «pase usted«. 

Pero ya ves… Me tocó dejar a Sergio solo, ¡y a él sí que lo estuvieron molestando! Pero no por la vacuna, porque ahí no le preguntaron sobre el tema. A Sergio le tocó una oficial de migración algo puñetera. Le preguntó qué por qué venía tan pronto, si el año pasado estuvo casi 180 días y ahora volvía de nuevo.

Él, que casi se me desmaya intentando llegar al control (por el choque de temperatura al bajar del avión y por correr cargando peso sin poder quitarse la mascarilla), no entendía ya a la señora. Tanto así que le pidieron que se quitase la mascarilla porque se estaba poniendo pálido. 

Ya más sereno le dijeron que eso de él no era turismo. Que a qué venía, cuánto dinero tenía y en qué trabajaba para poder permitirse estar tanto tiempo aquí.

¡Cómo sería el asunto para que él me dijera que por un momento se sintió como un delincuente! Y yo no podía hacer nada, porque me sacaron de allí. Traté de no irme muy lejos, porque si llegan a negarle la entrada se lo llevan ahí mismo a una sala aparte y ni me entero. 

Pero bueno, tras 15 minutos y un chiste de Sergio que debió caerle bien a la señora (porque aquí el chico va y le dice “dime lo que te parezca correcto y eso te diré, porque no estoy entendiendo nada”) lo dejaron entrar. Se ve que con eso le quedó claro a la agente de migración que el pobre estaba confundido y al borde de desmayarse ahí mismo, así que no lo agobió más. 

Toda la experiencia con la agente dejó a Sergio con mal cuerpo, pero aún nos quedaba coger ese avión a Cali y eran ya las 8:10pm y nosotros corriendo por todo el aeropuerto de Bogotá para llegar a la salida de nuestro vuelo… Así que a correr por si acaso había que repetir el show de Madrid, porque desde luego había que pasar otro control de equipajes y explicar por qué llevamos tantas cosas de tecnología. 

Grata sorpresa, no tuvimos que sacar nada de las maletas salvo los ordenadores. Los oficiales nos vieron apurados y como veníamos de España dijeron «eso ya lo revisaron por allá, pasen». Por lo menos no fue tan traumático en Bogotá como en Madrid, todo hay que decirlo.

Hecho esto, volvemos a correr porque el vuelo sale a las 8:30 y eran las 8:25. Llegamos cuando estaban embarcando los primeros de la lista y nosotros estábamos en la cola, pero pudimos entrar, que es lo importante y sentarnos para tratar de reponernos de la experiencia vivida.

Menos de una hora más tarde, llegamos a Cali y pudimos reunirnos con mi familia sin problemas.

La verdad, después de desempacar, una buena comida, ducha y charla con la familia, empieza uno a sentirse en paz… Pero una cosa es clara: viajar el primero del año no es sencillo, menos después del Covid, porque la gente está muy paranoica y un poco rayada. Algunas personas te ayudarán, otras te pondrán a hacer un show, y los oficiales de migración siempre van a dar por culo. Ser severos es su trabajo, y eso es una realidad 🙂

Bueno, creo que de esta aventura no tengo más que contarte. Por supuesto, espero que tú hayas tenido un mejor inicio de año 2023 y que el 2022 te haya dejado grandes aprendizajes.

Publicaciones Similares

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Por favor lee esto antes de enviar tu comentario. Los datos de carácter personal que me proporciones rellenando este formulario, serán tratados por Diana Garcés como responsable de este proyecto. La finalidad es gestionar los comentarios del blog. Legitimación: tu consentimiento.
Destinatarios:los datos que me facilitas estarán ubicados en los servidores de KnownHost LLC (proveedor de hosting de Diana Garcés) Con domicilio en Delaware, Estados Unidos. Más información en: https://www.knownhost.com/.
Derechos podrás ejercer tus derechos para rectificar, limitación y suprimir los datos escribiéndome a [email protected]. Puedes consultar la Política de Privacidad para mayor información.