Miri parada obligada
Hemos dejado Kuala Lumpur, no porque quisiéramos, les confieso que es una ciudad que nos ha encantado, si no porque ya era el momento.
Nosotros somos muy europeos. Nos gustan los lugares con historia, las cosas organizadas, el transporte público que funciona, la variedad de cosas para hacer, los lugares para comer. En fin. KL reúne todo eso y mucho más y es un lugar fantástico para estar una temporada.
La mayoría de gente que viene por estos lados, no opina lo mismo. Muchos disfrutan más de lugares como Indonesia, Filipinas, Camboya o Tailandia, yo aún estoy conociendo, pero KL me ha encantado.
Es «organizada», es limpia, tiene varias culturas todas mezcladas y no te varas para comer rico y barato. En fin, que sí, que me ha gustado y con el permiso de 3 meses casi a punto de expirar, no nos queda otra que seguir nuestro camino y volver a empacar las maletas para irnos ahora con rumbo a Miri.
Miri es una pequeña ciudad ubicada en Sarawak, al norte de la isla de Borneo, la idea de ir allí no es por la ciudad en si misma, que no tiene nada interesante para destacar.
Si no porque nos sirve de puente para ir a las cuevas que hay en el Parque Nacional de Gunung Mulu, que según dicen, son un espectáculo digno de cualquier aventurero que le guste las montañas, las cuevas y la selva. Así que ese era nuestro destino. Dos días en Miri, mientras seguíamos rumbo a PNGM.
Como les digo, Miri no tiene mayor atractivo. Es una ciudad de unos 300.000 habitantes, donde los buses no funciona muy bien y hay que tomar el taxi para ir a cualquier sitio y aunque es «económico», no deja de ser costoso tener que movilizarse a todas partes en taxi.
Elegimos para quedarnos un pequeño albergue. Donde las habitaciones eran diminutas y el baño era compartido. No era lo mejor del mundo, pero sí estaba muy bien ubicado y era económico. Así que para 2 días antes del parque y 2 días después de volver no le vimos tanto problema.
Lo mejor, es que tenía variedad de restaurantes cerca, un centro comercial al frente y otro que inauguraron a los días de nosotros llegar, por lo que nos toco el espectáculo que fue bastante entretenido. La gente del hotel nos trato muy bien y de hecho nos guardaron una de las mochilas que dejamos, para no llevar las dos y encartarnos con ellas en el PNGM.
Como curiosidades les puedo decir:
1. El aeropuerto es muy pequeño y a pesar de que Miri hace parte de Malasia, cuando entras te toca pasar migración y te ponen un sello en el pasaporte.
2. No hay transporte público para salir del aeropuerto, me refiero a buses o tucktucks que se ven en otras ciudades, aquí solamente funcionan los taxis. Y la recomendación es que antes de salir del aeropuerto compres tu ticket en el lugar indicado para ello. Esta justo a la salida cuando reclamas el equipaje.
3. Lo bueno es que no hay taxistas fuera hostigándote para que te vayas con ellos. Los que han estado en otros países de Asia entenderán de qué les hablo y eso la verdad en Malasya no lo he visto.
4. Hay cosas para hacer en Miri, no es que sea la ciudad más aburrida del mundo, no lo creo. Hay paseos a lugares que quedan cerca, como el Loagan Bunut, el Lambir, y las Cuevas Niah. Muchas personas desde allí se han ido a vivir un par de días en poblados que son diseque muy bonitos y tradicionales. Sin embargo, nosotros no hicimos nada de eso. Descansamos. Nos organizamos para irnos al parque y revisamos para dónde iríamos después de salir de Miri. Eso hicimos o bueno, lo intentamos.
5. Donde nos quedamos, abajo había un restaurante delicioso, con una comida «local» muy rica y donde las personas que te atendían eran hombres, mujeres o una mezcla de ambos. Una variedad interesante, que hasta el momento no habíamos disfrutado en Asia.
6. Presenciamos una desfile musulmán. No sé por motivo era, pero era tanta gente. Niños de escuelas, pero muchos. El desfile duró como 3 horas y en medio de un aguacero bastante importante, pero la gente seguía desfilando y desfilando. Los vimos cuando nos estábamos alistando para salir a comer, comimos y volvimos a la habitación, nos organizamos para trabajar y el desfile continuaba. Eran muchos, pero muchos musulmanes.
A mi me pareció impresionante y nadie supo decirme de qué era, pero las mujeres estaban muy bien arregladas (las que estaban viendo el desfile y algunas que salían en él).
7. La inauguración del centro comercial, nos tocó el día después que llegamos del PNGM. Un sitio inmenso. Lo más curioso es que al frente hay otro. Más pequeño, pero igual, un centro comercial al fin y al cabo y pasabas de uno a otro y los dos llenos. ¿De dónde salía tanta gente? No tengo idea.
8. Los eventos que vimos en la inauguración fueron muy entretenidos, música preciosa, danza típica. la pasamos genial. Lo malo que el piso es deslizante. Un atentado contra la vida, pero bueno. Allí toca andar con mucho cuidado.
¿Por qué pondrán ese tipo de pis? La verdad es que no lo entiendo, pero en otro lugares como aeropuertos y otros centros comerciales ya nos ha tocado y es muy peligroso, es como si todo el tiempo estuviera mojado.
De Miri no hay mucho que contar, vimos un atardecer precioso, los dos centros comerciales frente al hotel, una mezquita interesante, donde un tipo cantaba muy, pero que muy bonito. A mucha gente le choca esto de los países musulmanes, a mi personalmente me encanta, es de las cosas que más me gustan. Así soy yo, bastante rara 🙂 y poca cosa más. Pero el parque que fuimos a visitar, sí que valió la pena.
De él les hablaré luego 🙂
Esto es todo lo que puedo contarte de esta pequeña ciudad en Sarawak. Luego te contaré cómo salimos de allí para ir a Brunéi y Labuan.
Y no se encontraron con el tigre de Malasia? me acordé de una película donde nombraban a Sarawak, falta ver que sea la misma.
jajaja madre pues tendremos que buscarla para ver de qué se trata 😀