Por qué no deberíamos callar nuestras emociones

Durante mucho tiempo he sido una persona que guarda lo que siente para si misma. Sobre todo esas emociones de tristeza, nostalgia, depresión, desamor e inconformismo.
Hace poco estuve en un taller sobre «gestión de emociones» y me hizo recordar que hace mucho yo silenciaba, aposta, las emociones que sentía y no las compartía porque pensaba que eran «malas» y que iban a hacer que las personas se sintieran incómodas a mi alrededor y eso es algo que no quería.
Callar nuestras emociones
Por eso, solamente compartía las emociones que yo consideraba, como por ejemplo si me enamoraba, si veía la luz en un problema, si me sentía satisfecha y feliz.
Sin embargo, he aprendido con el tiempo que no deberíamos callar nuestras emociones al pensar que pueden afectar a otros. Al fin y al cabo son nuestras y lo que piensen o crean otras personas sobre ellas, es cosa de ellos ¿Por qué nos afecta tanto?
El tema es que es muy difícil olvidar los sentimientos del otro y enfocarnos en trabajar y sentir únicamente nuestras emociones. Pero ese es un trabajo que hay que hacer, porque vivir pensando en el otro desgasta y no te lleva a nada bueno.

Cómo expreso hoy en día mis emociones

Hoy en día, intento sentir lo que tenga que sentir cuando llega, sin intentar calmarlo, ocultarlo o negarlo por el solo hecho de que hay otras personas a mi alrededor.
Si me siento feliz lo expreso, si me siento inconforme lo digo, si tengo rabia la manifiesto, intento sentir cada emoción al máximo y disfrutarla. Aprendiendo de ellas.
Antes, esas emociones de vacío, tristeza, soledad, no servir para nada y depresión me duraban semanas, ahora duran un par de horas, porque ya los he aprendido a torear.
Eso me pasa con todas las emociones, llamadas negativas, que llegan a mi vida: rabia, envidia, ira, coraje, impotencia, depresión, tristeza, soledad, abandono, falta de creatividad, vacío, etc.,etc.,etc …
Son emociones que no me gustan, como a la mayoría, pero las tengo, las vivo y luego las dejo ir, permitiéndome seguir con mi vida tan feliz como siempre. No me apego a ellas y no les dedico demasiado tiempo.
Normalmente esos momentos de explosión emocional me llegan de vez en cuando, porque claro que llegan, ellos nunca te abandonan, lo bueno es que me duran poco y mi teoría es que es así porque he aprendido a gestionar las emociones que siento.
La verdad es que nunca he sido de evitar emociones, creo que ellos llegan por una razón. Sin embargo si me los callaba o los guardaba solamente para mi. Aunque las personas que me conocen dirán que eso no es verdad que soy un libro abierto y que mis emociones se reflejan en mi cara así no diga nada de nada.
Pero he cambiado internamente y puedo decir que hoy es muy diferente, y no digo con ello que la gente tiene que aguantar el cómo me siento cada que me ve, no, simplemente yo soy así como me ves el día que me ves y puede que me veas de buen semblante y si no estaré con uno malo, pero no será por tu culpa.

Las emociones y su insistencia

Las emociones que llamamos malas, pasan en nuestra vida por una razón. Llegan porque tenemos que aprender de ellas y tenemos que identificar el porqué nos visitan con más o menos frecuencia.
Porque sí, a veces son repetitivas, pero eso significa que no has aprendido lo que realmente debes aprender y por eso debes vivirlo una y otra vez, hasta el día que aprendes y no vuelve a pasar, o cuando retorna ya no te afectará tanto porque ya aprendiste.
Si, lo sé es una filosofía algo extraña, pero me funciona, me gusta, me va bien con ella, es la que me hace estar «cuerda» y la que me alimenta el sentido del humor negro que tengo o el doble sentido con que veo la vida.
[su_heading size=»17″]Así que mi consejo es, vive tus emociones, exprímelas y aprende, no huyas de ellas, porque siempre volverán hasta que aprendas.[/su_heading]
Cuando las enfrentes estoy segura que aprenderás un montón sobre ti misma, algo que te ayudará a vivir los próximos bajonazos de otra manera.
Porque volverán, la ventaja es que las manejarás mejor. Si aprendes a vivir las emociones, nunca lo experimentarás de la misma manera, [piopialo]porque una situación, por más que se parezca, nunca será igual [/piopialo]:)

Cómo vivir con tus emociones

Si de verdad quieres dejar de ocultar tus emociones y empezar a hacerle frente a ellas antes de que se conviertan en sentimientos o, el universo no lo quiera, en estados de ánimo, te invito a que aprendas a:
Reconocer tus emociones
Acepta que no siempre eres luz y amor y que hay muchas emociones en tu vida, algunas de ellas negativas y muchas te pueden pasar en una hora.
Debes aprender a reconocerlas, porque una cosa son las emociones y otra los sentimientos. Cuando aprendes a distinguir qué es qué, te será más fácil gestionar las emociones.
Empieza por observarte cada que explotes emocionalmente, es muy sencillo, pero si quieres observarte de otra manera, puedes pensar en algo que te haya generado una emoción muy intensa, por ejemplo rabia. Piensa en ello y reconoce la emoción. Así puedes hacer con cada emoción para reconocerlas.
Sigue leyendo para que no te quedes con esta emoción de rabia todo el día 🙂
Habla sobre esas emociones que estás viviendo
Aprende a verbalizar lo que sientes, a expresar, a darles nombre y de esta manera aprenderás a distinguir si es una emoción o un sentimiento profundo y duradero.
Si te cuesta hablar de tus emociones con alguien porque son fuertes, intensas o demasiado negativas, habla contigo misma.
Verbalizar ayuda a mermarle importancia. Entre más lo digas, más va bajando lo que ese sentimiento te genera.
Las cosas cuando se quedan dentro se vuelven nocivas. Así que aprende a hablar, siempre con amor, por más «negativo» que sea esa emoción.
Con este sentimiento de rabia que has reconocido (más arriba), lo que debes hacer es hablar sobre la situación que te generó esa rabia. Verbalízalo como te salga, comparte esa emoción con alguien o contigo misma, pero en voz alta.
Revisa lo que te hace experimentar
Cuando ya has reconocido esa emoción y has hablado de ella, revisa qué información te brinda, qué te hace experimentar tanto física como mentalmente. Reconoce lo que te genera.
Si te duele algo, si perdura demasiado en ti, si te la genera un malestar que luego puede convertirse en una enfermedad, si te quiere llevar a una acción determinada.
Las emociones nos brindan mucha información y nos predisponen a la acción, por eso es necesario revisar qué nos hace experimentar y que nos quiere impulsar a hacer.
Con esa rabia que sentiste, observa muy bien lo que te hace experimentar y compártelo cuando hables de ella. Sé honesta contigo misma y todo desde una medida responsable sácalo, no te quedes con nada. Descubrirás a medida que lo hagas que ese sentimiento tan intenso va bajando y lo vas viendo con perspectiva.
[su_divider text=»Subir» divider_color=»#aa38b5″]
Ten en cuenta que para gestionar las emociones es necesario verlas desde otro punto de vista, por ello es importante reconocerlas, revisarlas y hablar de ellas, ojalá con alguien, porque ver la emoción desde otro punto de vista generará una emoción diferente que te puede llevar a una acción que nunca hubieses considerado a la primera.
Por eso es importante, antes de actuar motivado por una emoción, gestionarla para así proceder, no de modo automático, sino con las emociones controladas y con cabeza fría. Por eso me gusta esta frase de :
[piopialo vcboxed=»1″]»No podríamos vivir sin emociones, la cuestión es cómo vivir mejor con ellas»[/piopialo]
Esto es una pincelada rápida y muy general sobre un tema realmente apasionante. No te he dicho nada nuevo, pero espero te quedes con lo importante: no es conveniente callar nuestras emociones.
Aprende mejor a gestionarlas y ten una vida saludable y feliz, porque cuando sabes lo que sientes y puedes expresarlo sin juzgar, estás caminando cada vez más cerca a tu propia iluminación.

¿Cómo te va a ti gestionando tus emociones? ¿Eres de callar lo que sientes? ¿Sabes distinguir una emoción de un sentimiento?

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15 comentarios

  1. HOLAAAAAAAA DIANA!!
    Ten feliz dia.
    Pues mira que tu post me encanto, como de costumbre. Considero que también me guardo lo que siento, me pongo a pensar y digo: los problemas de esta persona son mas grandes que los mios o lo que siento ahora ea persona lo siente peor, entonces, ¿para que agobiarla/o con mis cosas? realmente me cuesta poder expresarle a alguien lo que siento, pero si que hace daño, poco a poco le estoy tratando de sacar al menos otras cosas y no llevar esa carga. Pero creo que uno siempre se guarda mas n.n, es natural.. Saludos

    1. Es verdad Genesis es una cosa que a veces ni sabemos que hacemos o cómo manejarla, sin embargo es algo que deberíamos trabajar porque la idea es expresar y compartir esas emociones que tenemos y no guardarlas. Que no digo que sea fácil 🙂
      Un abrazo 🙂

  2. Sin duda tienes razón muchas personas no expresamos nuestras emociones, yo soy una de esas personas y hay veces que me arrepiento, te entrada me ha hecho reflexionar.
    Saludos!

  3. Buenísimo este post, Diana. Sobre todo me quedo con»Las cosas cuando se quedan dentro se vuelven nocivas. Así que aprende a hablar, siempre con amor, por más “negativo” que sea esa emoción».
    Yo, con el paso del tiempo, aunque me ha costado, he aprendido a no guardar nada negativo dentro de mi. Aun así, todavía hay veces que me sorprendo con algún rencor. Pero te aseguro que intento, soltarlo todo.
    Me encanta tu blog. Sigue así Diana.
    Un abrazo.

  4. Me ha gustado mucho esta entrada. He hecho al menos tres talleres sobre inteligencia emocional porque siempre he sido tremendamente sensible y guardaba todo aquello que pensaba podía herir a los demás hasta el punto de no tener reacciones que no fueran el llanto frente a ataques como insultos o menosprecios.
    Pero con trabajo y confianza en uno mismo y porqué no decirlo, pasando un poco de lo que sientan los demás, el tiempo te enseña que hay que soltarlo.
    Si algo te cabrea, te parece injusto o te molesta hay que decirlo.
    Es más sano que ir acumulando esos sentimientos que te van hiriendo poco a poco en tu interior.
    Un gran artículo. Un saludo Diana

  5. Una entrada completa aunque no comparto todas tus ideas .He vivido con una persona que sentia muchas cosas pero las ‘malas’ las refrejaba en mi,veia solo malo de todo y pensaba que yo era las que le hacia la vida ‘mala’ mientras que yo estaba ahí ayudando todo el rato con todo lo que podía… no se.. se me ha echo grande y he salido de esa relacion. Pienso que hay que controlar algunas emociones y no intentar a sacarlos todas con personas que te quieren y te apoyan.. y si no .. para eso son los medicos.
    Saludos.

  6. Buenísimo post.
    Yo trabajo la inteligencia emocional y mi mayor consejo es exactamente lo que dices aquí: escucha a tus emociones, aprende de ellas, manifiéstalas y mejora tu expresión emocional. Sólo así podrás alcanzar bienestar emocional y además es la mejor manera de conocerte.
    Las emociones ya vienen con nosotras, no son «extras» por los que hay que pagar. Si aprendiéramos de ellas… ¡Cuánto sufrimiento nos quitaríamos!
    Enhorabuena por el post. Te sigo y comparto en las redes 😉

    1. Ana gracias por tu comentario y por compartirnos tu punto de vista, estoy segura que vas a realizar un trabajo maravilloso en tu blog que estaré siguiendo también 🙂
      Sobre este tema, la verdad hablo desde mi propia experiencia, sin mucho conocimiento aunque tal vez con más, porque cuando lo vives es cuando con más propiedad puedes hablar de algo ¿No?
      Un abrazo guapa y nos estamos leyendo 🙂