Primera borrachera

Mi primera borrachera

Esta semana hemos visto algunos efectos negativos del alcohol. Aquellos que se han emborrachado sabrán de que les hablo. No todos los borrachos son amistosos y no todas las borracheras son una pasada (buenas). Por eso es importante cuando llega el día de la «fiesta», tener mucho cuidado con la cantidad de alcohol que tomas y sobre todo lo que haces o dices cuando estás en este estado.

Hoy en mi #SábadoDeAnécdotas te contaré lo que fue mi primera borrachera y seguramente te hablaré de las más memorables, pero sobre todo te contaré por qué hoy ya no tomo y por qué no veo que sea necesario tomar para pasarla bien.

Mi primera vez


Recuerdo que tenía 16 años cuando me pegué mi primera borrachera. Hicimos una empijamada con mis amigas y compramos cerveza y ron (un ron bastante baratillo y malo) y nos pusimos a ver películas, hablar de chicos y recochar, mientras tomábamos cerveza y ron con cucharitas (algo bastante tonto, pero efectivo). Pues a eso de las 3 de la mañana yo ya estaba más allá que acá y fue tenaz.

Ahí me di cuenta que soy una borracha amistosa, pero bastante jodida, si se me mete algo en la cabeza, no hay poder humano que me lo saque y si tomo demasiado puedo vomitar sin problema en cualquier lugar y delante de cualquiera.

Todo eso pasó ese día, me obsesioné con ver el amanecer y no dejé dormir a nadie, fuera de eso hice tanta bulla con mis risas y charlas que no sé como la madre de mi amiga no se despertó.

Adicionalmente me vomite en una colcha y luego mi pobre amiga le tocó lavarla sin que su madre se diera cuenta, pues estábamos viendo películas y jugando, no tomando, si se hubiese dado cuenta nos hubiese dado un buen sermón a todas 😀

Al día siguiente, la maluquera fue tal que pensé que iba a morir. Estuve todo el día en cama, pálida con el estomago revuelto y aunque no le dije nada a mi madre, seguro lo dedujo, porque muy linda me hizo un consomé (cosa que en sano juicioso no tomo) y me dio mucho líquido durante todo el día.

Eso sí, no me preguntó nada, no dijo nada y yo la pasé realmente bien, recuperándome y diciéndome a mi misma que nunca más me emborracharía.

Pero uno vuelve y cae…


Años después volví a emborracharme un par de veces más. No era de hacerlo muy seguido y siempre fui bastante alegre y agresiva durante mis borracheras. Normalmente, algunos chicos quieren «aprovecharse» de uno cuando se está en ese estado que no se sabe muy bien nada de nada, pues conmigo no podían, ya que era muy agresiva con los chicos que se portaban de esa manera. Nunca perdí la conciencia y siempre supe defenderme y defender a mis amigas.

Era agresiva, no violenta y aunque no era mi estado favorito, a veces las circunstancias y la fiesta te lleva a eso. Siempre la pasaba rico, nunca más volví a vomitar y siempre estaba muy contenta.

Lo mejor es que con mis amigas siempre nos cuidábamos, porque en nuestro grupo había de todo: la llorona, la enamoradiza, la gritona, la alegre, la melosa… En fin… Dependiendo del día, del mes y del momento había un estado para cada una, por eso siempre había una que no se emborrachaba para cuidar a las otras. Normalmente yo era la que no me emborrachaba, pero habían días de días 🙂

Antepenúltima y última borrachera


Cuando tenía 19 años, Jaime estaba tirándome los perros y yo me fui de fiesta con mis amigas y me pegué una borrachera, Jaime apareció de la nada y me cuido todo el tiempo. Me llevó a casa, y como siempre yo nunca quería entrar de lo borracha que estaba, así que se quedó conmigo en la puerta esperando que se me pasara. A la final terminé vomitando en sus pies… Fue horrible, pero debió gustarle verme en ese estado o quien sabe qué le diría, porque eso no lo espantó y nunca más volví a emborracharme de esa manera.

Aunque recientemente, en el 2013, después de 4 años sin ver a mis mejores amigas, nos reunimos y nos pusimos a tomar tequila, fue una borrachera «suave». Lo bueno es que la resaca fue leve y la pasamos genial. Eso sí, nunca como en mi época de juventud. De hecho, no me gusta y no quiero volver a sentirme de esa manera.

Conclusiones sobre las borracheras

Creo que para ir de rumba, salir con los amigos y pasarla rico, no es necesario emborracharse. No es necesario perder la conciencia y luego no recordar nada. Creo que hay muchas formas de pasarla bueno, de disfrutar, de llorar por un amor o de estar triste por una desilusión amorosa, pero sobre todo de ser consciente de tus decisiones, de tus actos y de todo lo que ocurre.

Nada peor que luego no saber qué hiciste, cómo lo hiciste y después mientras vas recordando tener que pedir disculpas. Me parece muy fuerte llegar a esa situación y me da mucha lástima cuando veo personas así, porque uno sabe que normalmente no se comportarían de esa manera, pero los tragos no son buenos consejeros.

Así que ya no tomo. La cerveza nunca me ha gustado y ahora cuando al fin me animo a «salir de copas», nunca paso de un mojito o de unos chupitos de tequila. Esas borracheras y las «loras» dadas cuando estaba en ese estado, son cosas del pasado, de la juventud y de una buena época que disfruté un montón con mis queridas amigas. Pero hoy en día he descubierto que para pasarla bueno no es necesario estar inconsciente, no es necesario pasarla mal al día siguiente y no es necesario tomar para pasarla rico y compartir.

Te dejo una excelente infografía sobre la borrachera y los efectos del alcohol.

¿Cuéntame cómo fue tu primera borrachera y cuándo fue la última? Te gusta estar en ese estado de inconsciencia y «pasarla bueno»….

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4 comentarios

  1. Mi primera borrachera fue cuando estudiaba donde las monjas, casi con vino de consagrar, jajajaja, dizque vino cherrynol, creo, como siempre hacíamos fiesta por todo, pues fue un motivo para tomar vino hasta que todo me daba vueltas, que maluquera, llegue a la casa y no quería que nada se moviera, pues me parecía que todo daba vueltas solito, me dije que nunca màs volveri a tomar vino ni nada que me supiera mal.
    pero como siempre se cae, otra vez me emborrache con aguardiente, ron, no se que revoltura hice y eso si fue de vomitada incluida, pues con mayor razón me dije que nunca más y hasta ahora no me he vuelto a perder tan horrible, por ahí tomo un poquito hasta que siento que me pongo alegre y ya paro, para pasarlo bien, es mejor estar en sano juicio.

  2. Jajajajaja que inolvidables las primeras borracheras. Yo también tenía 16 años, fue en una playa con repugnante whisky. Recuerdo que en un momento de locura colectiva fuimos corriendo a por una lucecita parpadeante en el suelo y nos peleamos por ella a grito de »mi tesoroooo», acabamos con arena por todas las partes inmaginables del cuerpo humano xD
    Y que cierto eso de que hay gente que no sabe »tomar» , que luego por supuesto no recuerda nada de lo que hizo ¿como puedes pasártelo bien así, si luego no puedes recordar los buenos momentos? Aunque precisamente esa clase de gente son los que más le vale no recordar con exactitud lo que hicieron…

    1. jajajaja eso de «acabar con arena por todas las partes inmaginables del cuerpo humano» no aguanta mucho jajjaa y menos borracho 😀
      Yo no sé cómo la pasan bueno estando inconscientes.. pero bueno, la gente es loca 🙂