Jaime y Diana en Polonia

La locura y el amor

Hace algunos años escuche la siguiente historia. Sin embargo, no podía recordar cómo era para poder contarla, pero gracias al maravilloso mundo de Internet, buscando otra cosa (desde luego), encontré la leyenda de la locura y el amor y hoy he querido compartirla con ustedes.
En caso de que al igual que yo la hayan olvidado o si nunca la han escuchado, seguro les gustará.

“La primera vez que se jugó al escondite en la tierra no jugaron personas, jugaron sentimientos. Fue la iniciativa quien lo propuso y el entusiasmo bailó de júbilo, secundado por la euforia.
La alegría dio tantos saltos que terminó por convencer incluso a la duda y a la apatía y aunque no todos quisieron participar (la verdad prefirió no esconderse, porque al final siempre la hallaban) la locura empezó a contar. 1, 2, 3…
La primera en esconderse fue la pereza, dejándose caer tras la primera piedra del camino. La generosidad casi no alcanzó a esconderse porque cada escondite q hallaba le parecía maravilloso para alguno de sus amigos: un lago cristalino ideal para la belleza, una hendija en un árbol perfecta para la timidez. Una ráfaga de viento magnífico para la libertad…
Así q terminó por acurrucarse en un rayo de sol mientras el egoísmo permanecía en un sitio mejor, pero sólo para él. La mentira por su parte se escondió en el fondo del mar, la pasión y el deseo en el centro de un volcán, etc.
 
Uno a uno todos los sentimientos fueron escondiéndose y entonces la locura comenzó a buscar.
Encontró a la fe conversando con Dios y cerca de ella a la envidia, que se encontraba a la sombra del triunfo.
En el lago halló a la belleza y aún decidiéndose por algún lugar descubrió a la duda.
Poco a poco fue encontrando a todos: al talento entre la hierba, a la angustia en una cueva oscura, a la soberbia en la cima de una gran montaña…
Sólo el amor continuaba oculto, aunque la locura lo buscó detrás de cada árbol, en cada río y en todos los mares pero cuando ya estaba a punto de darse por vencida, divisó un simple rosal y entre sus flores lo encontró.
Decidió aparecerse por sorpresa como siempre el amor solía hacer y cuando empezó a mover las ramas escuchó un quejido que ya no era de sorpresa, sino de dolor: Las espinas del rosal habían herido al amor en los ojos y le habían ¡dejado ciego! La locura no sabía qué hacer para disculparse por el accidente y lloró e imploró y prometió al amor que desde entonces siempre sería su fiel guía.
Es por eso que, desde que por primera vez se jugó al escondite en la tierra, el amor es ciego, y la locura siempre lo acompaña…”
La verdad es que para mi todo es más claro desde el día en que me contaron está historia 🙂
 

Publicaciones Similares

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Por favor lee esto antes de enviar tu comentario. Los datos de carácter personal que me proporciones rellenando este formulario, serán tratados por Diana Garcés como responsable de este proyecto. La finalidad es gestionar los comentarios del blog. Legitimación: tu consentimiento.
Destinatarios:los datos que me facilitas estarán ubicados en los servidores de KnownHost LLC (proveedor de hosting de Diana Garcés) Con domicilio en Delaware, Estados Unidos. Más información en: https://www.knownhost.com/.
Derechos podrás ejercer tus derechos para rectificar, limitación y suprimir los datos escribiéndome a [email protected]. Puedes consultar la Política de Privacidad para mayor información.

5 comentarios

  1. Increíble que este mensaje tan profundo entrega esta pequeña historia sobre estos sentimientos tan profundos que toca las vibras más sensibles de corazón cuando uno lo lee con ese sentimiento. Me encanto