Santiago de Compostela

Vivir en Galicia: Cita odontológica

Hoy tuve mi primera cita odontológica en Galicia, y debo decir que aunque ya me lo habían advertido, es muy curioso cuando uno vive la experiencia por uno mismo.

Antes de llegar a esa reflexión, les contaré lo que me paso:

Tenía cita odontológica en la seguridad social (EPS) a las 12 del medio día. Como no conocía el lugar de la clínica y aquí las direcciones no son “Calle 150 No. 20A-35” sino “General Carmona No. 2 2B” no tenía idea de dónde era y el mapa no me ayudaba mucho.

Así que tome un taxi, llegué justo a tiempo, me acerqué a información, pues pensé que debía reportarme.

Odontologo


La chica me dice que era en el segundo piso a la izquierda. Yo me fui para el segundo piso y me senté a esperar.

Como siempre que voy a una cita médica u odontológica llevé un libro, así que me puse cómoda y esperé.

Después de 10 minutos se me acercó una enfermera y me preguntó:

– “Necesitas atención” y le dije “Si señora, tengo cita odontológica”.

Ella me miro sorprendida y me dijo:

“Odontología no es aquí es en el segundo piso, este es el primero”…

Me quede mirándola como confundida y luego me fui y subí otro piso (al tercero, para nosotros) y ahí sí era odontología.

Me tocó esperar como media hora, porque “llegue tarde” y después de tanta espera el odontólogo me hizo el día cuando me dijo: “seguridad social no te cubre la calza (aquí se llama diferente), debes ir a particular. Lleva esta nota y el doctor sabrá que hacer”…

Y despachada quedé 🙁

¿Y qué es lo curioso de esta anécdota?

Primero, el tema del segundo piso es muy curioso y ya debía suponerlo. Pues yo vivo en un segundo piso que parece un tercero. Pero no lo había relacionado.

Jaime me dice que aquí al primer piso le llaman “Bajo o Baxo” el segundo piso es primero, el tercero segundo y así sucesivamente. ¡Qué locura! pero bueno, seguro no me volverá a pasar….

Ahora el cuento de que la seguridad social no cubra ni una calza me parece terrible. Sólo cubren cirugías, cosas de sacar un diente y revisiones básicas. No más.

Mientras que en Colombia uno se puede cambiar todas las calzas una vez al año, aquí no podré hacerlo porque particular cuesta como 70 euros cada una… Ahhh como extrañaré eso..

Pero el día aún no termina

Como estaba algo lejos de casa, me fui a esperar el bus. Pasaron 10 minutos y me di cuenta que se iba a demorar más de lo normal y pensé que podía caminar, me dije:

“No estoy tan lejos y el día es bonito”, así que tome mi buzo, el tarro de agua y mi bolso y me dispuse a caminar.

Llegué a un lugar que no conocía, muy bonito por cierto, una especie de parque, con un laberinto y gente tomando el sol. Algunos peregrinos y algo que parecía un castillo (más moderno) pero se veía genial, muy verde.

No supe qué lugar era, pero volveré, porque no tenía cámara y hay que tomar fotos de ese lugar…

Descansé un poco, disfrute de la vista y observe la gente. Luego ubiqué una rueda que está en el parque Alameda y me dije, “si llego hasta allí mi casa está cerca, intentémoslo”.

Así que tome aliento y seguí caminando. Después de bajar escaleras, caminar por dentro del parque, subir algunas calles empinadas, ver muros de piedra, algún convento, colegio de niños, llegué a un lugar que conocía y que he recorrido muchas veces, “El Centro Histórico” y me dije: “lo logré, ya puedo llegar a casa”

Caminé por el centro, observé mucha gente, más de lo habitual, peregrinos, turistas, había mucho movimiento, puede ser por el día hermoso o porque llega verano y se mueve más el turismo. No sé, pero después de un rato ya estaba en casa, bueno exactamente después de una hora y media de caminata..

Fue genial, pero por Dios, ahora como me duelen los pies….

Llegué a casa me dispuse a trabajar y a hacer el almuerzo, pero recordé que la empresa nos paga salud Prepagada o Pospaga, no sé como le llaman. Así que a las 4 llamé al odontólogo y programe una cita.

Obviamente te hacen lo que quieras y necesites, pero te cuesta, un valor más “económico” que un odontólogo particular, pero igualmente costoso para lo que debería ser. Pero bueno después de varios días con molestia, salí del problema y conocí mucho más de esta hermosa ciudad que cada vez me gusta más…

Ya sabes yo siempre veo lo bueno de lo malo. Es lo que hay 🙂

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