Chi Kung

Chi Kung

El Chi Kung o como también se conoce Qi Gong es una terapia o ejercicio  de origen chino. Se dice que puede pertenecer al mismo grupo donde se encuentra el Taichi o el Reiki.

Ya que todas tienen como principio la importancia de canalizar de forma adecuada la energía vital (Qi) a través de los diferentes meridianos que recorren nuestro cuerpo.

El Chi Kung es genial porque nos ayuda a trabajar y reconocer la importancia de nuestra respiración. De esta manera tendremos conciencia sobre la respiración que acompañe cada uno de nuestros movimientos y pensamientos. Por ello en esta práctica se recalca siempre que respires bien, que hagas movimientos lentos, que te concentres.

Para mucha gente que práctica esta técnica a diario es genial porque les ayuda a bajar el estrés y las tensiones del día. Además que ayudan en la salud y dan vitalidad. Por algo es conocida como «La fuente de la juventud».

Mi experiencia

Mi experiencia con esta técnica es de hace años. Cuando vivi en Bogotá la practique en mis clases de Shaolin, de las cuales les hablaré luego. Allí teníamos algunas clases de Chi Kung. Sin embargo, confieso que para mi era estrenaste la lentitud de los ejercicios y la calma con que se debía hacer todo. Yo quería movimiento, patadas, en definitiva soltar energía, no canalizarla. Por lo cual, no supe aprovecharlos como estoy segura que hoy lo haría.

Por eso esta terapia no es para todo el mundo. Y es un trabajo constante, fluido y sobre todo debe ser hecho a conciencia para que se disfrute y se saque el verdadero partido que tiene este ejercicio.

A pesar de mi acelere en ese entonces, puedo decir que en algunas ocasiones sudé haciendo los ejercicios, porque a pesar de que son «lentos».

La concentración, la respiración y la fuerza que hay que tener te deja físicamente agotada y eso me impresionó en su momento. Pero bueno seguro te preguntarás:

¿Cómo practicar el Chi Kung?

Lo primero que debemos hacer es controlar nuestro cuerpo, nuestra respiración y por último nuestra mente y corazón, y ¿Cómo se hace esto?

rimero hay que controlar nuestro cuerpo y para ello, debemos empezar a relajarnos. Calmar nuestros movimientos y pensamientos e ir teniendo un control sobre nuestra respiración. Esto se va haciendo poco a poco. Con respiraciones profundas y calmadas. Hasta que sintamos que sabemos todo lo que ocurre en nuestro cuerpo: qué nos duele, qué nos incomoda, cómo esta cada terminación nerviosa. La idea es que si lo hacemos bien abriremos los canales por los cuales circula nuestra energía vital y permitiremos que esta fluya de forma correcta.

Luego debemos controlar nuestra respiración, se supone que mientras vamos controlando el cuerpo, debemos empezar a fijarnos en nuestra respiración e irla manejando. Pero aquí nos concentraremos en ella, ya que el cuerpo estará calmado, sosegado. Hay muchas técnicas o formas de respirar, cuando practicas Chi Kung te van enseñando cómo llegar a ellas.

Lo último que se controla es nuestra mente. Sin embargo, si hemos hecho bien los primeros dos ejercicios a estas alturas ya estaremos relajarnos. Por eso empezar a controlar esos pensamientos locos y acelerados que tenemos en la cabeza e irles bajando la intensidad no debería ser complicado, porque a medida que identificas tu cuerpo y lo vas calmando y haces lo mismo con la respiración, la mente y el corazón se van estabilizando y terminarán relajados y en paz. Que es la finalidad del ejercicio.

El Chi Kung se puede practicar completamente quieto, como si estuvieras meditando pero imaginando que eres un árbol y tiene raíces sólidas que te amarran a la tierra. O también, se puede hacer con movimientos lentos de las manos, los pies, el tronco, la cabeza. Todo esto teniendo conciencia de tu respiración, de tu cuerpo y tu mente.

Se ve, sencillo, se ve que puede ser hasta aburridor de lo «lento» que es. Yo lo pensé en su momento, pero hoy en día me parece que es de los ejercicios más completos que hay porque te ayudan a enraizarte y además te conectan con el aquí y ahora.

Llevo años sin practicarlo, pero hoy recordando lo que me hacía sentir en su momento, me han dado ganas de volver a empezar y creo que lo haré, porque es un ejercicio que vale la pena. 

Cuéntame: ¿Alguna vez has practicado Chi Kung? ¿Crees que te gustaría? ¿Si lo practicas lo recomiendas? ¿Qué consejos nos darías para iniciarnos y trabajar con él?

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5 comentarios

  1. Siiii, llevo cinco mese haciendo un curso para ser monitor de esa especialidad, no es mi finalidad, solo quería conocerlo a fondo y pensé que esa sería la mejor manera.
    A mi lo que más me cuesta es relajar mi respiración, como los movimientos deben acompasarse a ella, los hago más rápido que mis compañeros hasta que consigo interiorizarme.
    Las tres primeras sesiones, al no estar acostumbrada a canalizar tanta energía casi vomito y todo, me sentó fatal, pero ahora me encanta y termino nuevecita después de mis sesiones, hasta tengo agujetas al día siguiente, parece que no pero trabajas un montón de músculos y tendones.
    Yo lo recomiendo 100% y más antes de sentarse a meditar, porque ya estás en la onda y tu cuerpo no se resiente tanto de la postura y la quietud.
    Muy bueno Di!!!
    Chu!!

    1. Que nota chica, mira de las cosas que uno se entera… Monitora y todo, pues ya sé a quien le voy a pedir clases cuando me motive a volver a esto, porque la verdad que es genial, a mi también me gustó, a pesar de que cuando lo conocí fue tenaz 😀